22 jul 2018

Seamos buenas ovejas de Cristo y buenos pastores de los demás

Resultado de imagen de seguidores de cristo

SEAMOS BUENAS OVEJAS DE CRISTO Y BUENOS PASTORES DE LOS DEMÁS

Por Gabriel González del Estal

1. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado… Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Todos los cristianos debemos sentirnos, interior y exteriormente, buenos discípulos, buenas ovejas, de nuestro único pastor, que es Cristo. Cristo debe ser para nosotros nuestro único camino, nuestra única verdad y nuestra única vida. Es evidente que, a lo largo de nuestra vida, tenemos otros guías y maestros, como son nuestros padres y educadores, pero cuando ya somos personas cristianas adultas y responsables debemos considerar a Cristo como nuestro único pastor, el que nos marca, en cada caso concreto, el camino que hemos de seguir, la verdad en la que debemos creer y la única vida que debe vivir plenamente dentro de nosotros. Pero no debemos olvidar que también cada uno se nosotros somos en muchas ocasiones pastores y guías de otras personas. Como padres, o como educadores, o como amigos, o simplemente como compañeros de las personas con las que convivimos. Todos, queramos o no, influimos en las personas con las que nos relacionamos. Y si queremos ser buenos cristianos debemos de intentar influir en ellos también cristianamente en los demás. Con nuestras palabras y con nuestro ejemplo. Sobre todo, de aquellas personas a las que veamos, de una manera o de otra, descarriadas, es decir, apartadas del único pastor verdadero que es Cristo. Debemos hacerlo siempre con amor y con mansedumbre, no pensando principalmente en nuestro propio bien, sino pensando siempre en el bien de esas personas a las que consideramos apartadas de Cristo. Con nuestras palabras y con nuestro ejemplo, como ya hemos dicho, y también con nuestra oración. Las personas que seguían tan ansiosamente a Jesús lo hacían porque veían en él un auténtico guía y un auténtico pastor. Que cuando los demás nos ven a nosotros, nos vean también así: como a personas interesadas sinceramente por su bien, por el bien que Cristo vino a traernos a todos.

2. Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño… Mirad que llegan días en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. El profeta Jeremías se queja amargamente de los reyes y autoridades de Israel que gobiernan pensando en su propio bien, no en el bien de las personas gobernadas por ellos. Le dice al pueblo que no se desanime, porque Dios suscitará un vástago legítimo que hará justicia y derecho en la tierra. También nosotros tenemos en nuestro tiempo motivos suficientes para quejarnos de nuestras autoridades, pero no olvidemos que estas autoridades han sido autoridades elegidas por nosotros mismos. Por eso tenemos una gran responsabilidad en la elección democrática de los que nos van a gobernar. En esta sociedad de partidos políticos en la que nosotros vivimos, los votantes tenemos la grave obligación de votar al partido que mejor vaya a defender las verdades cristianas que nosotros defendemos.

3. Hermanos: ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. San Pablo les dice a los cristianos de Éfeso que Cristo con su vida y con su muerte ha unido a los judíos con los gentiles. Ya no hay distinción entre unos y otros por motivos del cumplimiento de la ley mosaica; a partir de ahora es la fe y la creencia en Cristo lo que une a los dos pueblos. Esto mismo es lo que debemos hacer ahora los cristianos en nuestras relaciones con personas que pertenezcan oficialmente a otras religiones, o a otros pueblos. Todas las personas que crean en Cristo son hermanos nuestros. En nuestros deseos de ecumenismo no debemos fijarnos tanto en los ritos que nos separan, sino en la fe que nos une. Cristo debe ser nuestra paz, nuestra amistad verdadera, con todos los que desean vivir según el evangelio de Cristo El actual Papa Francisco debe ser, en este tiempo, nuestro modelo religioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario