Parábola de la acción y de la atención
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Iban los discípulos con caras alegres por las cercanías de Jerusalén. Se le ocurrió al Maestro detenerse en casa de dos hermanas, Marta y María. Estaba cansado de caminar y de predicar el reino. Se tomó, pues un descanso.
-¿ Qué nos quieres, Maestro, enseñar con esta visita?
- Algo muy importante para tener en cuenta en mi nueva vida y en su estilo de vivirla.
- La hermana Marta simboliza- como tantas mujeres y hombres del mundo actual – la entrega frenética a la actividad. No pueden estar quietos. Todo es hacer cosas para mejorar la casa, el coche, comprar nuevos utensilios o electrodomésticos. No les que da tiempo para orar y encontrarse con la trascendencia.
María, su hermana, representa la atención, la acogida al visitante. Sea cual sea. Su presencia al lado de quien va a visitarla, se convierte para ella en motivo de santo orgullo. Deja las cosas para vivir la palabra y la finura en atender al que ha llegado.
-¿ Cuál es tu actitud?
ORACIÓN DEL MAESTRO: Padre, hay gente buena en el mundo. Entre estas dos hermanas prefiero a María, porque apenas entré en su casa no cesó de prestarme atenciones. Ella es contemplativa en la acción. No descuida su valor religioso y humano. Su hermana, en cambio, se desborda en mil cosas y no hace la principal: atender al visitante, en este caso al Maestro. Haz , Padre, que esta generación del año 2.000 se modere en su actividad y encuentre ratos para encontrarse con el mundo divino, que es la mejor parte.
PRECES:
- Por la juventud: para que no ande desorientada por falta de oración y contemplación, roguemos al Señor
- Añade tus intenciones
Señor, gracias por este encuentro. Te digo con fervor: Padrenuestro
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