Hoy Jesús nos presenta al “Dios-mendigo”. Sí, Dios mendigando nuestro amor para llevarnos con Él. Tanto mendigar… y al final acabó en la Cruz hecho un pordiosero. Y en la Cruz, Jesús pide al Padre que disculpe a esos hombres tan difíciles de “conquistar”.
— Desde el día de la Cruz, el Cielo está de “rebajas”. Fíjate en Dimas, el “buen ladrón”: ¡supo aprovechar las “rebajas”!
(Mt 22,1-14)
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