Hoy el Maestro, que no tiene manías, está comiendo con un fariseo. Jesús es amigo de todos. Y, como buen amigo, no se calla las cosas y denuncia los vicios: «Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad».
—Esta denuncia sigue vigente también para nosotros. ¿Nosotros?. ¡Pues sí! He aquí algunos de nuestros deportes favoritos: “lo políticamente correcto”, “tirar la piedra y esconder la mano”… El “cómo” sin importar el “qué”. ¿Te suena?
(Lc 11,37-41)
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