Joven, ¡Cuidado con la droga!
Autor: Mons. Rómulo Emiliani, c.m.f.
Fíjate muchacho lo que pasa con la gente que se mete en esto de la droga. Conozco a un joven que ahora tiene 23 años. Empezó con marihuana en el colegio, primero como diversión y por curiosidad y luego rápidamente cogió el hábito. Pasó a la cocaína y actualmente es un adicto radical internado dos veces en el psiquiátrico y una vez detenido. Es un problema para sí mismo, para sus padres y tiene su futuro en un hilo. Él quiere salir de esto y no puede. Está en una lucha terrible. Otra muchacha metida en la drogadicción prácticamente ha caído en la prostitución para mantener el vicio. Y si vieras, son miles y miles los casos en todos nuestros países. Es, desgraciadamente, muchas veces un viaje sin retorno. El cuerpo, el cerebro, la mente, todo se va condicionando, habituando a esto. Se produce una "sed" violenta que sólo se apaga con la consumición de la droga.
Muchas veces para pagar el consumo hay que robar y hasta matar. Los asaltos, los robos de toda clase se han multiplicado en los últimos años y una de las causas es el incremento de la drogadicción. Un joven drogadicto ha dejado casi en la ruina a su familia robando de todo para consumirla. Desde la máquina de coser de la mamá, caja de herramientas del papá, dinero de las carteras, hasta falsificar la firma de la chequera y empeñar las joyas de sus familiares, todo para poder comprar la droga. Y no es un mal muchacho. Sufre terriblemente por esto, pero es tal la esclavitud en la que está que no encuentra salida. Claro, hay una salida. Someterse a una desintoxicación en una clínica o un hospital, aceptar una terapia médica y psiquiátrica. Dejarse conducir por estos profesionales y tener un auxilio espiritual profundo, llenarse del Espíritu del Señor y luego ingresar en grupos de Narcóticos Anónimos que ayudan mucho o acudir a la Cruz Blanca que está haciendo un bien increíble. Todo eso ayuda y es muy bueno.
Pero es mejor prevenir que curar. Por eso, joven, cuídate. Recuerda que tú tienes el derecho de elegir tu modo de vivir y tienes solamente una vida. Cuídala. Tu responsabilidad es decir NO a la droga. Que alguien te la ofrece di: "No gracias, conozco el peligro que la droga ofrece para mí. Me siento bien sin ella". Te pueden seguir presionando. Debes estar preparado. Pueden aparecer como burlones o amenazantes. Di: "No, no quiero". Muestra tu fortaleza y tu personalidad. Si insisten, sé fuerte, di con más énfasis: "¡No, no hay caso! ¡No me da la gana!" Y busca otra clase de amigo. Sal del ambiente donde se consume. Sal pronto. Busca amigos sanos, que no consuman droga. Es por tu bien, por tu futuro, por tu felicidad. Y recuerda, si tienes a Dios en tu corazón, si oras con frecuencia, si asistes a grupos de jóvenes cristianos, si buscas el apoyo de Señor, ¡CON ÉL, SERÁS INVENCIBLE!
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