4 feb 2023

Santo Evangelio 4 de Febrero 2023

  



Texto del Evangelio (Mc 6,30-34):

 En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.



«‘Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco’. Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo»


Rev. D. David COMPTE i Verdaguer

(Manlleu, Barcelona, España)


Hoy, el Evangelio nos plantea una situación, una necesidad y una paradoja que son muy actuales.

Una situación. Los Apóstoles están “estresados”: «Los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer» (Mc 6,30). Frecuentemente nosotros nos vemos abocados al mismo trasiego. El trabajo exige buena parte de nuestras energías; la familia, donde cada miembro quiere palpar nuestro amor; las otras actividades en las que nos hemos comprometido, que nos hacen bien y, a la vez, benefician a terceros... ¿Querer es poder? Quizá sea más razonable reconocer que no podemos todo lo que quisiéramos.

Una necesidad. El cuerpo, la cabeza y el corazón reclaman un derecho: descanso. En estos versículos tenemos un manual, frecuentemente ignorado, sobre el descanso. Ahí destaca la comunicación. Los Apóstoles «le contaron todo lo que habían hecho» (Mc 6,30). Comunicación con Dios, siguiendo el hilo de lo más profundo de nuestro corazón. Y —¡qué sorpresa!— encontramos a Dios que nos espera. Y espera encontrarnos con nuestros cansancios.

Jesús les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31). ¡En el plan de Dios hay un lugar para el descanso! Es más, nuestra existencia, con todo su peso, debe descansar en Dios. Lo descubrió el inquieto Agustín: «Nos has creado para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti». El reposo de Dios es creativo; no “anestésico”: toparse con su amor centra nuestro corazón y nuestros pensamientos.

Una paradoja. La escena del Evangelio acaba “mal”: los discípulos no pueden reposar. El plan de Jesús fracasa: son abordados por la gente. No han podido “desconectar”. Nosotros, con frecuencia, no podemos liberarnos de nuestras obligaciones (hijos, cónyuge, trabajo...): ¡sería como traicionarnos! Se impone encontrar a Dios en estas realidades. Si hay comunicación con Dios, si nuestro corazón descansa en Él, relativizaremos tensiones inútiles... y la realidad —desnuda de quimeras— mostrará mejor la impronta de Dios. En Él, allí, hemos de reposar.


¡¡¡ VIVA JESÚS SACRAMENTADO !!!

 


Oración al Corazón de Jesús

 


Su bondad provenía del mismo Dios, Fuente de todo Bien

 



Su bondad provenía del mismo Dios, Fuente de todo Bien


Nos ha reunido en este lugar, como ya sabéis vosotros, los que me escucháis, la celebración del aniversario de una santa mártir; su combate por la fe, tan conocido y venerado, es algo que históricamente pertenece al pasado, pero que, en cierto modo, se nos hace actual a través de los divinos milagros que un día tras otro van formando su corona y su ornato.

Es virgen porque nació del Verbo inmortal de Dios, Hijo invisible del Padre (este Hijo que también por mí experimentó la muerte en su carne), según aquellas palabras del evangelista Juan: A cuantos lo recibieron dio poder de llegar a ser hijos de Dios.

Esta mujer virgen, la que hoy os ha invitado a nuestro convite sagrado, es la mujer desposada con un solo esposo, Cristo, para decirlo con el mismo simbolismo nupcial que emplea el apóstol Pablo.

Una virgen que, con la lámpara siempre encendida, enrojecía y embellecía sus labios, mejillas y lengua con la púrpura de la sangre del verdadero y divino Cordero, y que no dejaba de recordar y meditar continuamente la muerte de su ardiente enamorado, como si la tuviera presente ante sus ojos.

De este modo, su mística vestidura es un testimonio que habla por sí mismo a todas las generaciones futuras, ya que lleva en sí la marca indeleble de la sangre de Cristo, de la que está impregnada, como también la blancura resplandeciente de su virginidad.

Águeda hizo honor a su nombre, que significa «buena»; ella fue en verdad buena por su identificación con el mismo Dios; fue buena para su divino Esposo y lo es también para nosotros, ya que su bondad provenía del mismo Dios, fuente de todo bien.

En efecto, ¿cuál es la causa suprema de toda bondad, sino aquel que es el sumo bien? Por esto, difícilmente hallaríamos algo que mereciera, como Águeda, nuestros elogio y alabanzas.

Águeda, buena de nombre y por sus hechos; Águeda, cuyo nombre indica de antemano la bondad de sus obras maravillosas, y cuyas obras corresponden a la bondad de su nombre; Águeda, cuyo solo nombre es un estímulo para que todos acudan a ella, y que nos enseña también con su ejemplo a que todos pongamos el máximo empeño en llegar sin demora al bien verdadero, que es sólo Dios.

De la Disertación de san Metodio de Sicilia, obispo, sobre santa Águeda

(Analecta Bollandiana 68, 76-78)

Oración al Corazón de Jesús

 


3 feb 2023

Santo Evangelio 3 de Febrero 2023

 



 Texto del Evangelio (Mc 6,14-29):

 En aquel tiempo, se había hecho notorio el nombre de Jesús y llegó esto a noticia del rey Herodes. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas». Otros decían: «Es Elías»; otros: «Es un profeta como los demás profetas». Al enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado». Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.

Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?». Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.



«Se había hecho notorio el nombre de Jesús y llegó esto a noticia del rey Herodes»


Rev. D. Ferran BLASI i Birbe

(Barcelona, España)

Hoy, en este pasaje de Marcos, se nos habla de la fama de Jesús —conocido por sus milagros y enseñanzas—. Era tal esta fama que para algunos se trataba del pariente y precursor de Jesús, Juan el Bautista, que habría resucitado de entre los muertos. Y así lo quería imaginar Herodes, el que le había hecho matar. Pero este Jesús era mucho más que los otros hombres de Dios: más que aquel Juan; más que cualquiera de los profetas que hablaban en nombre del Altísimo: Él era el Hijo de Dios hecho Hombre, Perfecto Dios y perfecto Hombre. Este Jesús —presente entre nosotros—, como hombre, nos puede comprender y, como Dios, nos puede conceder todo lo que necesitamos.

Juan, el precursor, que había sido enviado por Dios antes que Jesús, con su martirio le precede también en su pasión y muerte. Ha sido también una muerte injustamente infligida a un hombre santo, por parte del tetrarca Herodes, seguramente a contrapelo, porque éste le tenía aprecio y le escuchaba con respeto. Pero, en fin, Juan era claro y firme con el rey cuando le reprochaba su conducta merecedora de censura, ya que no le era lícito haber tomado a Herodías como esposa, la mujer de su hermano.

Herodes había accedido a la petición que le había hecho la hija de Herodías, instigada por su madre, cuando, en un banquete —después de la danza que había complacido al rey— ante los invitados juró a la bailarina darle aquello que le pidiera. «¿Qué voy a pedir?», pregunta a la madre, que le responde: «La cabeza de Juan el Bautista» (Mc 6,24). Y el reyezuelo hace ejecutar al Bautista. Era un juramento que de ninguna manera le obligaba, ya que era cosa mala, contra la justicia y contra la conciencia.

Una vez más, la experiencia enseña que una virtud ha de ir unida a todas las otras, y todas han de crecer orgánicamente, como los dedos de una mano. Y también que cuando se incurre en un vicio, viene después la procesión de los otros.


¡¡¡ VIVA JESÚS SACRAMENTADO !!!

 


Oración al Corazón de Jesús

 


Colmados hasta poseer toda la plenitud de Cristo



 Colmados hasta poseer toda la plenitud de Cristo


Los que han llegado a ser hijos de Dios y han sido hallados dignos de renacer de lo alto por el Espíritu Santo y poseen en sí a Cristo, que los ilumina y los crea de nuevo, son guiados por el Espíritu de varias y diversas maneras, y sus corazones son conducidos de manera invisible y suave por la acción de la gracia.

A veces, lloran y se lamentan por el género humano y ruegan por él con lágrimas y llanto, encendidos de amor espiritual hacia el mismo.

Otras veces, el Espíritu Santo los inflama con una alegría y un amor tan grandes que, si pudieran, abrazarían en su corazón a todos los hombres, sin distinción de buenos o malos.

Otras veces, experimentan un sentimiento de humildad que los hace rebajarse por debajo de todos los demás hombres, teniéndose a sí mismos por los más abyectos y despreciables.

Otras veces, el Espíritu les comunica un gozo inefable.

Otras veces, son como un hombre valeroso que, equipado con toda la armadura regia y lanzándose al combate, pelea con valentía contra sus enemigos y los vence. Así también el hombre espiritual, tomando las armas celestiales del Espíritu, arremete contra el enemigo y lo somete bajo sus pies.

Otras veces, el alma descansa en un gran silencio, tranquilidad y paz, gozando de un excelente optimismo y bienestar espiritual y de un sosiego inefable.

Otras veces, el Espíritu le otorga una inteligencia, una sabiduría y un conocimiento inefables, superiores a todo lo que pueda hablarse o expresarse.

Otras veces, no experimenta nada en especial.

De este modo, el alma es conducida por la gracia a través de varios y diversos estados, según la voluntad de Dios que así la favorece, ejercitándola de diversas maneras, con el fin de hacerla íntegra, irreprensible y sin mancha ante el Padre celestial.

Pidamos también nosotros a Dios, y pidámoslo con gran amor y esperanza, que nos conceda la gracia celestial del don del Espíritu, para que también nosotros seamos gobernados y guiados por el mismo Espíritu, según disponga en cada momento la voluntad divina, y para que él nos reanime con su consuelo multiforme; así, con la ayuda de su dirección y ejercitación y de su moción espiritual, podremos llegar a la perfección de la plenitud de Cristo, como dice el Apóstol: Para que seáis colmados hasta poseer toda la plenitud de Cristo.

De las Homilías de un autor espiritual del siglo cuarto

(Homilía 18, 7-11: PG 34, 639-642)


Oración al Corazón de Jesús

 


2 feb 2023

Santo Evangelio 2 de Febrero 2023

  


Texto del Evangelio (Lc 2,22-40):

 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor» y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.

Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre Él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él.

Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción —¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!— a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.



«Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación»


Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés

(Tarragona, España)

Hoy, aguantando el frío del invierno, Simeón aguarda la llegada del Mesías. Hace quinientos años, cuando se comenzaba a levantar el Templo, hubo una penuria tan grande que los constructores se desanimaron. Fue entonces cuando Ageo profetizó: «La gloria de este templo será más grande que la del anterior, dice el Señor del universo, y en este lugar yo daré la paz» (Ag 2,9); y añadió que «los tesoros más preciados de todas las naciones vendrán aquí» (Ag 2,7). Frase que admite diversos significados: «el más preciado», dirán algunos, «el deseado de todas las naciones», afirmará san Jerónimo.

A Simeón «le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor» (Lc 2,26), y hoy, «movido por el Espíritu», ha subido al Templo. Él no es levita, ni escriba, ni doctor de la Ley, tan sólo es un hombre «justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel» (Lc 2,25). Pero el Espíritu sopla allí donde quiere (cf. Jn 3,8).

Ahora comprueba con extrañeza que no se ha hecho ningún preparativo, no se ven banderas, ni guirnaldas, ni escudos en ningún sitio. José y María cruzan la explanada llevando el Niño en brazos. «¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!» (Sal 24,7), clama el salmista.

Simeón se avanza a saludar a la Madre con los brazos extendidos, recibe al Niño y bendice a Dios, diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel» (Lc 2,29-32).

Después dice a María: «¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!» (Lc 2,35). ¡Madre!, —le digo— cuando llegue el momento de ir a la casa del Padre, llévame en brazos como a Jesús, que también yo soy hijo tuyo y niño.


¡¡¡ VIVA JESÚS SACRAMENTADO !!!

 


Acojamos la Luz clara y Eterna

 


Acojamos la Luz clara y Eterna


Corramos todos al encuentro del Señor los que con fe celebramos y veneramos su misterio, vayamos todos con alma bien dispuesta. Nadie deje de participar en este encuentro, nadie deje de llevar su luz.

Llevamos en nuestras manos cirios encendidos, ya para significar el resplandor divino de aquel que viene a nosotros —el cual hace que todo resplandezca y, expulsando las negras tinieblas, lo ilumina todo con la abundancia de la luz eterna—, ya, sobre todo, para manifestar el resplandor con que nuestras almas han de salir al encuentro de Cristo.

En efecto, del mismo modo que la Virgen Madre de Dios tomó en sus brazos la luz verdadera y la comunicó a los que yacían en tinieblas, así también nosotros, iluminados por él y llevando en nuestras manos una luz visible para todos, apresurémonos a salir al encuentro de aquel que es la luz verdadera.

Sí, ciertamente, porque la luz ha venido al mundo, para librarlo de las tinieblas en que estaba envuelto y llenarlo de resplandor, y nos ha visitado el sol que nace de lo alto, llenando de su luz a los que vivían en tinieblas: esto es lo que nosotros queremos significar. Por esto avanzamos en procesión con cirios en las manos, por esto acudimos llevando luces, queriendo representar la luz que ha brillado para nosotros, así como el futuro resplandor que, procedente de ella, ha de inundarnos. Por tanto, corramos todos a una, salgamos al encuentro de Dios.

Ha llegado ya aquella luz verdadera que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre. Dejemos, hermanos, que esta luz nos penetre y nos transforme.

Ninguno de nosotros ponga obstáculos a esta luz y se resigne a permanecer en la noche; al contrario, avancemos todos llenos de resplandor; todos juntos, iluminados, salgamos a su encuentro y, con el anciano Simeón, acojamos aquella luz clara y eterna; imitemos la alegría de Simeón y, como él, cantemos un himno de acción de gracias al Engendrador y Padre de la luz, que ha arrojado de nosotros las tinieblas y nos ha hecho partícipes de la luz verdadera.

También nosotros, representados por Simeón, hemos visto la salvación de Dios, que él ha presentado ante todos los pueblos y que ha manifestado para gloria de nosotros, los que formamos el nuevo Israel; y, así como Simeón, al ver a Cristo, quedó libre de las ataduras de la vida presente, así también nosotros hemos sido liberados del antiguo y tenebroso pecado.

También nosotros, acogiendo en los brazos de nuestra fe a Cristo, que viene desde Belén hasta nosotros, nos hemos convertido de gentiles en pueblo de Dios (Cristo es, en efecto, la salvación de Dios Padre) y hemos visto, con nuestros ojos, al Dios hecho hombre; y de este modo, habiendo visto la presencia de Dios y habiéndola aceptado, por decirlo así, en los brazos de nuestra mente, somos llamados el nuevo Israel. Esto es lo que vamos celebrando año tras año, porque no queremos olvidarl

De las Disertaciones de san Sofronio, obispo

(Disertación 3, Sobre el Hipapanté, 6. 7: PG 87, 3, 3291-3293)


Oración al Corazón de Jesús

 


1 feb 2023

Santo Evangelio 1 de Febrero 2023



 Texto del Evangelio (Mc 6,1-6):

 En aquel tiempo, Jesús salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguieron. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto?, y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se asombró de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.



«¿De dónde le viene esto?, y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?»


Rev. D. Miquel MASATS i Roca

(Girona, España)

Hoy el Evangelio nos muestra cómo Jesús va a la sinagoga de Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado es el día dedicado al Señor y los judíos se reúnen para escuchar la Palabra de Dios. Jesús va cada sábado a la sinagoga y allí enseña, no como los escribas y fariseos, sino como quien tiene autoridad (cf. Mc 1,22).

Dios nos habla también hoy mediante la Escritura. En la sinagoga se leen las Escrituras y, después, uno de los entendidos se ocupaba de comentarlas, mostrando su sentido y el mensaje que Dios quiere transmitir a través de ellas. Se atribuye a san Agustín la siguiente reflexión: «Así como en la oración nosotros hablamos con Dios, en la lectura es Dios quien nos habla».

El hecho de que Jesús, Hijo de Dios, sea conocido entre sus conciudadanos por su trabajo, nos ofrece una perspectiva insospechada para nuestra vida ordinaria. El trabajo profesional de cada uno de nosotros es medio de encuentro con Dios y, por tanto, realidad santificable y santificadora. Con palabras de san Josemaría Escrivá: «Vuestra vocación humana es parte, y parte importante, de vuestra vocación divina. Ésta es la razón por la cual os tenéis que santificar, contribuyendo al mismo tiempo a la santificación de los demás, de vuestros iguales, precisamente santificando vuestro trabajo y vuestro ambiente: esa profesión u oficio que llena vuestros días, que da fisonomía peculiar a vuestra personalidad humana, que es vuestra manera de estar en el mundo; ese hogar, esa familia vuestra; y esa nación, en que habéis nacido y a la que amáis».

Acaba el pasaje del Evangelio diciendo que Jesús «no podía hacer allí ningún milagro (...). Y se maravilló de su falta de fe» (Mc 6,5-6). También hoy el Señor nos pide más fe en Él para realizar cosas que superan nuestras posibilidades humanas. Los milagros manifiestan el poder de Dios y la necesidad que tenemos de Él en nuestra vida de cada día.

¡¡¡ VIVA JESÚS SACRAMENTADO !!!

 


Oración al Corazón de Jesús

 


El trabajo, Señor, de cada dia



 Himno: 

EL TRABAJO, SEÑOR, DE CADA DÍA


El trabajo, Señor, de cada día

nos sea por tu amor santificado,

convierte su dolor en alegría

de amor, que para dar tú nos has dado.


Paciente y larga es nuestra tarea

en la noche oscura del amor que espera;

dulce huésped del alma, al que flaquea

dale tu luz, tu fuerza que aligera.


En el alto gozoso del camino,

demos gracias a Dios, que nos concede

la esperanza sin fin del don divino;

todo lo puede en él quien nada puede. Amén.Himno: 

31 ene 2023

Los estudios a favor del cambio de sexo son mala ciencia y lo saben: estos son sus 8 fallos graves

 


Los estudios a favor del cambio de sexo son mala ciencia y lo saben: estos son sus 8 fallos graves

La ideología trans y las banderas, el negocio y las amenazas, impiden la buena ciencia y dañan a los adolescentes

No hay nada firme en la ciencia médica que muestre que cambiar de sexo (hormonar y mutilar su cuerpo de forma irreversible) ayude de verdad a niños o adolescentes.

Se están haciendo leyes en todo el mundo a partir de un par de estudios defectuosos y diminutos. La base científica a favor del llamado "enfoque afirmativo" es escasa, y a favor de la hormonación y mutilación de menores amputándoles genitales o senos, menos aún.

Varios países han aprobado -y dejado con poca supervisión- a la industria del cambio de sexo basándose siempre en un par de estudios, los llamados "estudios holandeses.

Son dos estudios antiguos, con apenas 70 personas estudiadas y con fallos claros: esconden los efectos adversos, dejan fuera los casos problemáticos y aseguran, sin demostrarlo, que se acababa así con la "disforia de género". Y los estudios posteriores en la misma línea también son defectuosos.

El análisis que repasa y refuta esta mala ciencia es "The Myth of “Reliable Research” in Pediatric Gender Medicine", firmado por E. Abbruzzese, Stephen B. Levine y Julia W. Mason. Es decir: "El mito de la investigación fiable en la medicina de género pediátrica", subtitulado: "Una evaluación crítica de los estudios holandeses y la investigación posterior". Se acaba de publicar en enero de 2023, en el Journal of Sex & Marital Therapy (aquí completo).

Este estudio usa cuatro veces la palabra "irreversible" para definir las amputaciones y dependencia química que provoca el cambio de sexo: resultados irreversibles, muy graves, para cientos y ahora miles de jóvenes, a partir de estudios dudosos, llenos de fallos y mala ciencia.

Un estudio con 70 pacientes, un seguimiento con sólo 55

Las asociaciones internacionales de cambio de sexo (como la asociación World Professional Association for Transgender Health, WPATH) se refieren siempre a estos dos estudios, ambos encabezados por la psiquiatra holandesa Annelou L.C. de Vries, de 2011 y 2014. El primero investigó lo sucedido con 70 pacientes. El segundo, recogió más datos sobre 55 de esos 70 pacientes. Así, las normas "profesionales" de todo el mundo y leyes para mutilar a cientos o miles de niños (con mayoría de niñas) se basan en el trabajo de un solo equipo (una clínica de Amsterdam) con 55 personas.

Más aún, el estudio se hizo con adolescentes bastante mayores (más bien de 16 años) y se usa para justificar operaciones a niños y adolescentes de 11 o 13 años.

Esos estudios son muy deficientes, pero aún así, incluso sus críticos admiten que, siendo muy defectuosos, son los mejores y más amplios.

En los últimos diez años se han publicado muchos estudios más sobre cambios de sexo, en los que este negocio proclama que los bloqueadores hormonales y las hormonas cruzadas son "benignas como una aspirina, tan estudiados como la penicilina y tan necesarias para sobrevivir como la insulina para el diabético". Los analistas de "The Myth of “Reliable Research” han abordado otros 3 estudios modernos y demuestran que sus afirmaciones son indefendibles: son mala ciencia. Muchos de los problemas con los nuevos estudios ya estaban en los antiguos.

Los dos estudios holandeses tenían problemas graves. La muestra era muy pequeña, no había grupo de control con el que comparar, y sólo se hizo un seguimiento de las consecuencias (de hormonaciones y mutilaciones) a muy corto plazo. Eso siempre se había denunciado de estos estudios y su desproporcionada influencia.

Pero el nuevo análisis crítico detecta más errores en los 2 estudios holandeses:

1. Sólo incluyeron los "mejores resultados"

De cada etapa de tratamiento (bloqueadores de pubertad, hormonas cruzadas y cirugía amputadora) los "estudios holandeses" sólo incluyeron los casos que no declararon complicaciones o problemas. Los "pacientes" (recordemos, menores de edad) que desarrollaron problemas en la fase de bloqueadores y/o dejaron de usarlos, ya no fueron incluidos en la base de 70 personas iniciales. Eso hizo que los seleccionados fueran, precisamente, los de mayor edad y madurez psíquica.

El segundo estudio holandés se hizo seleccionando a 55 de esos 70, y dejando fuera a los que desarrollaron problemas, incluyendo tres con obesidad y diabetes y uno que murió. Simplemente, se les consideró "no participantes". Así, en los resultados finales, no figuraban casos "feos". Esta forma de selección no merece la calificación de "estudio de calidad de cohorte prospectiva longitudinal", con la que se suelen presentar.

2. Los estudios declaraban que desaparecía la disforia: era falso

Después de bloquear, hormonar y mutilar... ¿en qué mejoran clínicamente los pacientes? Según el estudio de 2014, la única mejoría era que "desaparecía" la disforia de género. "The Myth of “Reliable Research” denuncia que la forma de medir esto era unos cuestionarios mal diseñados. Incluso la misma De Vries admitía que después de extirparle los genitales masculinos a un varón, la pregunta "¿Me desagrada tener erecciones?" no era muy útil (aunque se la hacían y lo puntuaban).

El mismo estudio holandés admite que no tenían una buena forma de medir la "disforia de género". Pero llegaban a la conclusión de que una mujer que, ya sin ovarios, no menstruaba, al no poder declarar ya la frase "odio menstruar", ¡había mejorado su salud! De hecho, el mismo equipo de holandeses, cuando fue al congreso internacional de la WPATH Symposium, a finales de 2022, declaró que al menos una cuarta parte de los varones mutilados (que ahora declaraban ser mujeres) seguían quejándose de sentirse mal con sus cuerpos por ser demasiado masculinos. La amputación no era bastante para ellos.

Maquillaje e ideología trans... eso no ayuda de verdad a la persona... foto de Kyle para Unsplash



Maquillaje e ideología trans, eso no ayuda de verdad a la persona ni a hacer avanzar la ciencia y la medicina (foto de Kyle para Unsplash).

3. Cuando alguno se sintió mejor, ¿fue por hormonar/amputar o fue por recibir psicoterapia?

Todos los sujetos del estudio holandés recibieron psicoterapia tras las operaciones. Pasado año y medio tras ser operados, decían sentirse mejor o algo mejor. Pero... ¿era así por la operación? ¿O por la psicoterapia? ¿O por el mero paso del tiempo? Si hubieran evitado las hormonación y mutilación, ¿se habrían sentido mejor? No se puede saber porque no hay grupo de control.

4. El estudio sólo quiso medir "beneficios" y no intentó medir daños

Los investigadores holandeses sabían y decían que las hormonas podían afectar a los huesos y al cerebro de esos adolescentes en crecimiento, pero no establecieron ninguna forma de medirlo ni estudiarlo. Varios desarrollaron diabetes durante el tratamiento de hormonación. Uno murió. Por supuesto, todos los mutilados quedaron estériles. Pero no apuntaron nada de eso como efectos contrarios.

Con los años han ido surgiendo más datos. Por ejemplo, del mayor riesgo de osteoporosis. Y algunos (quizá muchos) de aquellos adolescentes mutilados hoy lamentan ser estériles y no poder engendrar hijos. A algunos eso les produce dolor y arrepentimiento. Los autores de "The Myth of “Reliable Research” denuncian: "Los pacientes y sus familias no pueden tomar decisiones informadas sobre un tratamiento cuando los riesgos físicos de salud se les suponen mínimos y no se les comunican, y sólo se consideran los beneficios psicológicos potenciales" (y supuestos, podemos añadir).

5. Se estudió a adolescentes mayores, pero hoy se aplica a niños y adolescentes menores

El estudio holandés se hizo con adolescentes que casi eran adultos (16-17 años). Pero lo que hoy se encuentra en todo Occidente es un aluvión de chicos (y sobre todo de chicas) de 12 o 13 años que se declaran "no binarios", o que se sienten de otro sexo... Se usa un estudio defectuoso realizado con otras edades y contexto para legalizar y justificar la hormonación y mutilación de unos jóvenes muy distintos.

6. La investigación no fue neutra: partía de que el cambio de sexo es "necesario"

La investigación clínica requiere una cierta neutralidad y curiosidad por observar resultados, pero el estudio holandés partía de inicio de la idea de que el cambio de sexo (hormonar/mutilar) era lo mejor para los adolescentes con disforia y se diseñó con sólo esa posibilidad en mente.

Los críticos apuntan un precedente. La misma clínica holandesa en 2001 publicó un estudio (Yolanda L.S. Smith, 2001) a partir de entrevistas en los años 90 a 47 jóvenes, de los que 21 no habían querido ser operados. La clínica presume de que los mutilados, tras 4 años, decían estar "bastante bien", mientras que los no operados, aunque también estaban bastante bien, mostraban un "perfil psicológico más disfuncional". Pero los críticos señalan que los no-operados habían encontrado una forma de gestionar sus problemas sin mutilación, el 80% sin transición de ningún tipo y eso el estudio (la clínica de cambios de sexo) lo menospreciaba. De hecho, se menosprecia la posibilidad de que los adolescentes, al crecer, vivan una vida no transexual.

7. ¿Genera el protocolo holandés una demanda que en realidad no existe? Los niños de 1983

En 2013 se publicó otro estudio holandés ("Gender Variance in Childhood and Sexual Orientation in Adulthood: A Prospective Study" que explicaba que en 1983 habían medido la "variación de género infantil" en 406 niños y 473.

¿Qué era esa "variación de género"? Consistía en preguntar si se sentían infelices o dudosos por ser de su sexo, si deseaban ser del otro sexo o si consideraban "vivir el rol del otro género". De todos aquellos niños, consideraron "variantes en género" un 6%... pero la realidad es que cuando los volvieron a investigar en 2007, ninguno había pedido cambiar de sexo, aunque en ellos un 10 o 12% eran homosexuales (entre los otros niños, sólo un 1 o 2%). Esos niños, hoy adultos, no han acudido a cambiar de sexo, pero con los protocolos actuales se les habría ofrecido la hormonación y mutilación.

Lo que plantea la pregunta: ¿el protocolo holandés genera la demanda? ¿Hay criterios que separan un "deseo infantil" ("yo querría ser un chico, ser chica es un 'rollo'") de una necesidad médicamente demostrada de que hormonar/mutilar tiene más beneficios que daños?

8. Hay que usar estudios rigurosos para re-evaluar los "estudios holandeses"

La clínica de cambio de sexo de Amsterdam difundió su estudio y desde entonces miles y miles de jóvenes han sido remitidos a ella. Han hecho cambios de sexo durante 25 años. Lo serio hoy -lo que piden los críticos- es acceder a todos los registros de todos los pacientes diagnosticados con disforia de género, independientemente del tratamiento elegido luego. Que se comparen los subgrupos, los efectos a largo plazo en salud física y mental y las intervenciones realizadas.

La crítica a todo este frágil entramado de datos es que al principio los investigadores holandeses decían que estaban buscando datos de una mejoría a nivel psicológico. Cuando no pudieron encontrarlos, dijeron que ya no les interesaba, que ahora buscaban medir si declaraban tener "calidad de vida" y "satisfacción con el tratamiento". Un estudio serio, al revisar los datos reales acumulados, tendrá que evitar eso y aplicar criterios claros de lo que se busca: qué mejoró, qué empeoró y qué se mantuvo sin cambios.

Los estudios modernos, aún más defectuosos

Cuando empezaron las críticas, la holandesa De Vries y las clínicas de cambio de sexo remitieron a más estudios, más recientes. Todos los financian y realizan las mismas clínicas que ganan dinero hormonando y mutilando y logrando que sus pacientes dependan de por vida de sus productos farmacéuticos.

Los críticos acusan a los nuevos estudios de hacer "spin" o "darle vueltas" a los datos: los datos dicen una cosa (a menudo, poca cosa), pero en la presentación del estudio sus promotores le hacen decir otra.

En "The Myth of Reliable Research" se centran en 3 estudios nuevos: Carmichael et al. (2021), Costa et al. (2015), y Tordoff et al. (2022).

Carmichael et al. (2021) intentó replicar en Inglaterra los resultados de 2011: no mostró mejoras psicológicas en los transicionados, encontró problemas de huesos en los que tomaban bloqueadores y no mostró que los adolescentes estuvieran mejor que si no hubieran sido sometidos al cambio de sexo.

Costa et al. (2015) comparó durante 18 meses un grupo de jóvenes con disforia de género a los que se les bloqueó la pubertad con unos a los que solo se les daba psicoterapia. Al final, se medía la situación psicológica de ambos grupos en la escala CGAS (de salud mental infantil) y ambos grupos sacaban entre 60 y 70 puntos (donde la plena salud es 100). No se demuestra así que hormonar/mutilar sea mejor y ¿no puede ser que los hormonados, bloqueada su pubertad, digan simplemente sentirse mejor? Además de ser una medición a corto plazo. Otro estudio (Clayton, 2022) sospecha de efecto placebo.

Tordoff et al. (2022), de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, asegura que los bloqueadores y la hormonación redujeron la depresión un 60% en un año... respecto a un futurible e inferido empeoramiento, no respecto a la situación ya medida. Compararon 35 chicos sin hormonar (de los que luego renunciaron a 28, quedándose con 7) con 69 hormonados (de los que mantienen 57). Los chicos "sin hormonar" que abandonaron el estudio de la clínica de cambio de sexo, simplemente, no querían seguir en la clínica, ya no querían cambiar de sexo. Precisamente, los más sanos, los psíquicamente más funcionales... ¡son los que abandonan el estudio! Así, comparan los problemas de solo 7 sin hormonar con 57 hormonados y dicen que hay alguna mejoría... porque los que de verdad mejoran se han ido del estudio.

La universidad que lo publicó vio enseguida los problemas de esta investigación, pero eligió callar porque la prensa recibió el estudio con entusiasmo. Además, había política de por medio: la nota de prensa de la UW Medicine detallaba que esta investigación llegaba después de que Texas y Idaho restringieran los cambios de sexo a menores.

¿Quién controla a los que se lucran? Ellos mismos, la parte interesada

Lo cierto es que las investigaciones sobre efectos de los cambios de sexo las realizan las mismas clínicas que se lucran (y mucho) haciendo cambios de sexo y que necesitan decir que no tiene efectos negativos y destacan sólo unos efectos positivos "psicológicos", etéreos, difíciles de medir, fáciles de "regirar" y siempre medidos a corto plazo.

Los estudios pro-cambio de sexo no sólo son de poca y mala calidad científica, sino que carecen de controles y son parte interesada: los mismos médicos que ganan dinero y prestigio realizando estas hormonaciones y mutilaciones son los que firman los estudios defectuosos para justificarlos. Los estudios más modernos son incluso peores que los más antiguos.

Además, los médicos del cambio de sexo no se critican unos a otros: casi ninguno hace reseñas críticas de las investigaciones de sus colegas y se apoyan para colocarlas en revistas "por revisión de pares". Y de cara a la prensa abundan los meros sondeos por cuestionario online que las clínicas envían a sus propios pacientes hormonados y mutilados: con esos cuestionarios luego lanzan "estudios" asegurando que se encuentran "bastante bien".

¿Hasta qué punto la industria del cambio de sexo se ha alejado de la verdadera ciencia, de la medicina basada en pruebas y evidencia clínica? ¿No deberían hacer estas investigaciones médicos ajenos a las clínicas del sector?

Miles y miles de jóvenes adolescentes con todo tipo de inquietudes llegan a estas clínicas y ellas les ofrecen mutilarse, hormonarse de por vida y quedar esterilizados. Con "estudios", les dicen que psicológicamente se sentirán mejor, y que los problemas físicos "no importan". Y para los chicos de 16 años, no importa lo que pase con su cuerpo a los 50, porque para ellos el futuro no existe.



Los activistas que impiden el debate científico

Mientras tanto, el negocio del cambio de género y los activistas trans impiden el debate científico riguroso. A quien pide aplicar el viejo criterio médico de "ante todo, no dañar", se le acusa de transfobia y negacionista... por pedir evidencia científica.

Detrans en el programa 60 Minutos de la CBS

Testimonios de jóvenes detrans (arrepentidos del cambio de sexo, algunos ya dañados irremediablemente) en el programa de CBS 60 Minutes, en 2021. Puede que sean ya el 30% de los que han sido dañados por ese negocio.

Un estudio reciente (Christina M Roberts, 2022) calcula que los detransicionadores (los jóvenes que se arrepienten y piden cambiar de hormonas, aunque muchos ya mutilados de por vida) son ahora mismo hasta un 30%, y pueden ser más con el tiempo.

Un estudio sobre arrepentidos en Suecia (Cecilia Dhejne, 2014) calcula que pasan entre 8 y 11 años hasta que llega el arrepentimiento profundo, a menudo ligado a peor salud física y mental.

Los médicos críticos con esta situación, agrupados a nivel internacional en la SEGM (Society for Evidence-Based Gender Medicine) denuncian que "las asociaciones médicas y publicaciones científicas que suprimen el debate en la medicina de género, a la vez que promueven acríticamente una 'ciencia asentada' falaz y publican estudios profundamente defectuosos, contribuyen a esta crisis. El campo de la medicina de género tiene un tiempo limitado para autocorregirse antes de que las autoridades públicas sanitarias, y cada vez más la autoridad electa que no sabe de medicina pero entiende el riesgo que corren los jóvenes, intervengan para detener el daño".

Fuente: Religión en libertad

Santo Evangelio 31 de Enero 2023

 



 Texto del Evangelio (Mc 5,21-43):

 En aquel tiempo, Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva». Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.

Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré». Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de Él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?». Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: ‘¿Quién me ha tocado?’». Pero Él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante Él y le contó toda la verdad. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad».

Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?». Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe». Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida». Y se burlaban de Él. Pero Él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: «Talitá kum», que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate». La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.



«Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad»


Rev. D. Francesc PERARNAU i Cañellas

(Girona, España)

Hoy el Evangelio nos presenta dos milagros de Jesús que nos hablan de la fe de dos personas bien distintas. Tanto Jairo —uno de los jefes de la sinagoga— como aquella mujer enferma muestran una gran fe: Jairo está seguro de que Jesús puede curar a su hija, mientras que aquella buena mujer confía en que un mínimo de contacto con la ropa de Jesús será suficiente para liberarla de una enfermedad muy grave. Y Jesús, porque son personas de fe, les concede el favor que habían ido a buscar.

La primera fue ella, aquella que pensaba que no era digna de que Jesús le dedicara tiempo, la que no se atrevía a molestar al Maestro ni a aquellos judíos tan influyentes. Sin hacer ruido, se acerca y, tocando la borla del manto de Jesús, “arranca” su curación y ella enseguida lo nota en su cuerpo. Pero Jesús, que sabe lo que ha pasado, no la quiere dejar marchar sin dirigirle unas palabras: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad» (Mc 5,34).

A Jairo, Jesús le pide una fe todavía más grande. Como ya Dios había hecho con Abraham en el Antiguo Testamento, pedirá una fe contra toda esperanza, la fe de las cosas imposibles. Le comunicaron a Jairo la terrible noticia de que su hijita acababa de morir. Nos podemos imaginar el gran dolor que le invadiría en aquel momento, y quizá la tentación de la desesperación. Y Jesús, que lo había oído, le dice: «No temas, solamente ten fe» (Mc 5,36). Y como aquellos patriarcas antiguos, creyendo contra toda esperanza, vio cómo Jesús devolvía la vida a su amada hija.

Dos grandes lecciones de fe para nosotros. Desde las páginas del Evangelio, Jairo y la mujer que sufría hemorragias, juntamente con tantos otros, nos hablan de la necesidad de tener una fe inconmovible. Podemos hacer nuestra aquella bonita exclamación evangélica: «Creo, Señor, ayuda mi incredulidad» (Mc 9,24).


¡¡¡ VIVA JESÚS SACRAMENTADO !!!

 


Trabajaré siempre con amor

 



TRABAJÉ SIEMPRE CON AMOR

Si de verdad buscamos la auténtica felicidad de nuestros alumnos y queremos inducirlos al cumplimiento de sus obligaciones, conviene ante todo que nunca olvidéis que hacéis las veces de padres de nuestros amados jóvenes, por quienes trabajé siempre con amor, por quienes estudié y ejercí el ministerio sacerdotal, y no sólo yo, sino toda la Congregación salesiana.

¡Cuántas veces, hijos míos, durante mi vida, ya bastante prolongada, he tenido ocasión de convencerme de esta gran verdad! Es más fácil enojarse que aguantar, amenazar al niño que persuadirlo; añadiré incluso que, para nuestra impaciencia y soberbia, resulta más cómodo castigar a los rebeldes que corregirlos, soportándolos con firmeza y suavidad a la vez.

Os recomiendo que imitéis la caridad que usaba Pablo con los neófitos, caridad que con frecuencia los llevaba a derramar lágrimas y a suplicar, cuando los encontraba poco dóciles y rebeldes a su amor.

Guardaos de que nadie pueda pensar que os dejáis llevar por los arranques de vuestro espíritu. Es difícil, al castigar, conservar la debida moderación, la cual es necesaria para que en nadie pueda surgir la duda de que obramos sólo para hacer prevalecer nuestra autoridad o para desahogar nuestro mal humor.

Miremos como a hijos a aquellos sobre los cuales debemos ejercer alguna autoridad. Pongámonos a su servicio, a imitación de Jesús, el cual vino para obedecer y no para mandar, y avergoncémonos de todo lo que pueda tener incluso apariencia de dominio; si algún dominio ejercemos sobre ellos, ha de ser para servirlos mejor.

Éste era el modo de obrar de Jesús con los apóstoles, ya que era paciente con ellos, a pesar de que eran ignorantes y rudos, e incluso poco fieles; también con los pecadores se comportaba con benignidad y con una amigable familiaridad, de tal modo que era motivo de admiración para unos, de escándalo para otros, pero también ocasión de que muchos concibieran la esperanza de alcanzar el perdón de Dios. Por esto nos mandó que fuésemos mansos y humildes de corazón.

Son hijos nuestros, y por esto, cuando corrijamos sus errores, hemos de deponer toda ira o, por lo menos, dominarla de tal manera como si la hubiéramos extinguido totalmente.

Mantengamos sereno nuestro espíritu, evitemos el desprecio en la mirada, las palabras hirientes; tengamos comprensión en el presente y esperanza en el futuro, como conviene a unos padres de verdad, que se preocupan sinceramente de la corrección y enmienda de sus hijos.

En los casos más graves, es mejor rogar a Dios con humildad que arrojar un torrente de palabras, ya que éstas ofenden a los que las escuchan, sin que sirvan de provecho alguno a los culpables.

De las cartas de san Juan Bosco, presbítero

(Epistolario, Turín 1959, 4, 201-203)


Oración al Corazón de Jesús

 


30 ene 2023

Santo Evangelio 30 de Enero 2023

 



 Texto del Evangelio (Mc 5,1-20):

 En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante Él y gritó con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes». Es que Él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este hombre». Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?». Le contesta: «Mi nombre es Legión, porque somos muchos». Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región.

Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte; y le suplicaron: «Envíanos a los puercos para que entremos en ellos». Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara -unos dos mil- se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar. Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido. Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor. Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos. Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término.

Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con Él. Pero no se lo concedió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti». Él se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados.



«Espíritu inmundo, sal de este hombre»


Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero

(Viladecans, Barcelona, España)

Hoy encontramos un fragmento del Evangelio que puede provocar la sonrisa a más de uno. Imaginarse unos dos mil puercos precipitándose monte abajo, no deja de ser una imagen un poco cómica. Pero la verdad es que a aquellos porqueros no les hizo ninguna gracia, se enfadaron mucho y le pidieron a Jesús que se marchara de su territorio.

La actitud de los porqueros, aunque humanamente podría parecer lógica, no deja de ser francamente recriminable: preferirían haber salvado sus cerdos antes que la curación del endemoniado. Es decir, antes los bienes materiales, que nos proporcionan dinero y bienestar, que la vida en dignidad de un hombre que no es de los “nuestros”. Porque el que estaba poseído por un espíritu maligno sólo era una persona que «siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras» (Mc 5,5).

Nosotros tenemos muchas veces este peligro de aferrarnos a aquello que es nuestro, y desesperarnos cuando perdemos aquello que sólo es material. Así, por ejemplo, el campesino se desespera cuando pierde una cosecha incluso cuando la tiene asegurada, o el jugador de bolsa hace lo mismo cuando sus acciones pierden parte de su valor. En cambio, muy pocos se desesperan viendo el hambre o la precariedad de tantos seres humanos, algunos de los cuales viven a nuestro lado.

Jesús siempre puso por delante a las personas, incluso antes que las leyes y los poderosos de su tiempo. Pero nosotros, demasiadas veces, pensamos sólo en nosotros mismos y en aquello que creemos que nos procura felicidad, aunque el egoísmo nunca trae felicidad. Como diría el obispo brasileño Helder Cámara: «El egoísmo es la fuente más infalible de infelicidad para uno mismo y para los que le rodean».


¡¡¡ VIVA JESÚS SACRAMENTADO !!!

 


Oración al Corazón de Jesús

 


La multitud de los creyentes no era sino un solo corazón y una sola alma

 


La multitud de los creyentes no era sino un solo corazón y una sola alma


Ved qué paz y qué alegría, convivir los hermanos unidos. Ciertamente, qué paz y qué alegría cuando los hermanos conviven unidos, porque esta convivencia es fruto de la asamblea eclesial; se los llama hermanos porque la caridad los hace concordes en un solo querer.

Leemos que, ya desde los orígenes de la predicación apostólica, se observaba esta norma tan importante: La multitud de los creyentes no era sino un solo corazón y una sola alma. Tal, en efecto, debe ser el pueblo de Dios: todos hermanos bajo un mismo Padre, todos una sola cosa bajo un solo Espíritu, todos concurriendo unánimes a una misma casa de oración, todos miembros de un mismo cuerpo que es único.

Qué paz y qué alegría, convivir los hermanos unidos. El salmista añade una comparación para ilustrar esta paz y alegría, diciendo: Es ungüento precioso en la cabeza, que baja por la barba de Aarón hasta la franja de su ornamento. El ungüento con que Aarón fue ungido sacerdote estaba compuesto de substancias olorosas. Plugo a Dios que así fuese consagrado por primera vez su sacerdote; y también nuestro Señor fue ungido de manera invisible entre todos sus compañeros. Su unción no fue terrena; no fue ungido con el aceite con que eran ungidos los reyes, sino con aceite de júbilo. Y hay que tener en cuenta que, después de aquella unción, Aarón, de acuerdo con la ley, fue llamado ungido.

Del mismo modo que este ungüento, doquiera que se derrame, extingue los espíritus inmundos del corazón, así también por la unción de la caridad exhalamos para Dios la suave fragancia de la concordia, como dice el Apóstol: Somos perfume que proviene de Cristo. Así, del mismo modo que Dios halló su complacencia en la unción del primer sacerdote Aarón, también es una paz y una alegría convivir los hermanos unidos.

La unción va bajando de la cabeza a la barba. La barba es distintivo de la edad viril. Por esto nosotros no hemos de ser niños en Cristo, a no ser únicamente en el sentido ya dicho, de que seamos niños en cuanto a la ausencia de malicia, pero no en el modo de pensar. El Apóstol llama niños a todos los infieles, en cuanto que son todavía débiles para tomar alimento sólido y necesitan de leche, como dice el mismo Apóstol: Os di a beber leche; no os ofrecí manjar sólido, porque aún no lo admitíais. Y ni siquiera ahora lo admitís.

De los Tratados del Pseudo-Hilario, sobre los salmos.

(Salmo 132: PLS 1, 244-245)


29 ene 2023

Santo Evangelio 29 de Enero 2023

  


Texto del Evangelio (Mt 5,1-12):

 En aquel tiempo, viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros».



«Bienaventurados los pobres de espíritu...»


Rev. D. Pablo CASAS Aljama

(Sevilla, España)

Hoy leemos este Evangelio tan conocido para todos nosotros, pero siempre tan sorprendente. Con este fragmento de las bienaventuranzas, Jesús nos ofrece un modelo de vida, unos valores, que según Él son los que nos pueden hacer felices de verdad.

La felicidad, seguramente, es la meta principal que todos buscamos en la vida. Y si preguntásemos a la gente cómo buscan ser felices, o dónde buscan su propia felicidad, nos encontraríamos con respuestas muy distintas. Algunos nos dirían que en una vida de familia bien fundamentada; otros que en tener salud y trabajo; otros, que en gozar de la amistad y del ocio..., y los más influidos quizá por esta sociedad tan consumista, nos dirían que en tener dinero, en poder comprar el mayor número posible de cosas y, sobre todo, en lograr ascender a niveles sociales más altos.

Estas bienaventuranzas que nos propone Jesús no son, precisamente, las que nos ofrece nuestro mundo de hoy. El Señor nos dice que serán «bienaventurados» los pobres de espíritu, los mansos, los que lloran, los que tienen hambre y sed de la justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que buscan la paz, los perseguidos por causa de la justicia... (cf. Mt 5,3-11).

Este mensaje del Señor es para los que quieren vivir unas actitudes de desprendimiento, de humildad, de deseo de justicia, de preocupación e interés por los problemas del prójimo, y todo lo demás lo dejan en un segundo término.

¡Cuánto bien podemos hacer rezando, o practicando alguna corrección fraterna, cuando nos critiquen por creer en Dios y por pertenecer a la Iglesia! Nos lo dice claramente Jesús en su última bienaventuranza: «Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa» (Mt 5,11).

San Basilio nos dice que «no se debe tener al rico por dichoso sólo por sus riquezas; ni al poderoso por su autoridad y dignidad; ni al fuerte por la salud de su cuerpo... Todas estas cosas son instrumentos de la virtud para los que las usan rectamente; pero ellas, en sí mismas, no contienen la felicidad».

¡¡¡ VIVA JESÚS SACRAMENTADO !!!

 


Oración al Corazón de Jesús

 


Cristo nos ha llamado a su Reino y Gloria

 



Cristo nos ha llamado a su Reino y Gloria


Ignacio, por sobrenombre Teóforo, es decir, Portador de Dios, a la Iglesia de Dios Padre y del amado Jesucristo establecida en Esmirna de Asia, la que ha alcanzado toda clase de dones por la misericordia de Dios, la que está colmada de fe y de caridad y a la cual no falta gracia alguna, la que es amadísima de Dios y portadora de santidad: mi más cordial saludo en espíritu irreprochable y en la palabra de Dios.

Doy gracias a Jesucristo Dios, por haberos otorgado tan gran sabiduría; he podido ver, en efecto, cómo os mantenéis estables e inconmovibles en vuestra fe, como si estuvierais clavados en cuerpo y alma a la cruz del Señor Jesucristo, y cómo os mantenéis firmes en la caridad por la sangre de Cristo, creyendo con fe plena y firme en nuestro Señor, el cual procede verdaderamente de la descendencia de David según la carne, es Hijo de Dios por la voluntad y el poder del mismo Dios, nació verdaderamente de la Virgen, fue bautizado por Juan para cumplir de esta manera la voluntad de Dios; finalmente, su cuerpo fue verdaderamente crucificado bajo el poder de Poncio Pilato y del tetrarca Herodes (y de su divina y bienaventurada pasión somos fruto nosotros), para, mediante su resurrección, elevar su estandarte para siempre en favor de sus santos y fieles, tanto judíos como gentiles, reunidos todos en el único cuerpo de su Iglesia.

Todo esto lo sufrió por nosotros, para que alcanzáramos la salvación; y sufrió verdaderamente, como también se resucitó a sí mismo verdaderamente.

Yo sé que después de su resurrección tuvo un cuerpo verdadero, como sigue aún teniéndolo. Por esto, cuando se apareció a Pedro y a sus compañeros, les dijo: Tocadme y palpadme, y ved que no soy un ser fantasmal e incorpóreo. Y al punto lo tocaron y creyeron, adhiriéndose a la realidad de su carne y de su espíritu. Esta fe les hizo capaces de despreciar y vencer la misma muerte. Después de su resurrección, el Señor comió y bebió con ellos como cualquier otro hombre de carne y hueso, aunque espiritualmente estaba unido al Padre.

Quiero insistir acerca de estas cosas, queridos hermanos, aunque ya sé que las creéis.

De la carta de san Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a los Esmirniotas

(Cap. 1—4, 1: Funk 1, 235-237)