6 dic 2022

Salmo 36 III

 



Salmo 36 III


La boca del justo expone la sabiduría,

su lengua explica el derecho;

porque lleva en el corazón la ley de su Dios,

y sus pasos no vacilan.


El malvado espía al justo

e intenta darle muerte;

pero el Señor no lo entrega en sus manos,

no deja que lo condenen en el juicio.


Confía en el Señor, sigue su camino;

él te levantará a poseer la tierra,

y verás la expulsión de los malvados.


Vi a un malvado que se jactaba,

que prosperaba como un cedro frondoso;

volví a pasar, y ya no estaba;

lo busqué, y no lo encontré.


Observa al honrado, fíjate en el bueno:

su porvenir es la paz;

los impíos serán totalmente aniquilados,

el porvenir de los malvados quedará truncado.


El Señor es quien salva a los justos,

él es su alcázar en el peligro;

el Señor los protege y los libra,

los libra de los malvados y los salva,

porque se acogen a él.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


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