Manténgase siempre en paz
Autor: Mons. Rómulo Emiliani, c.m.f.
Queremos ayudarlo a crecer en el espíritu, por eso le ofrecemos estos consejos:
ESTÉ ATENTO A POSIBLES NEUROSIS: Debemos estar atentos a la enfermedad de la neurosis. Es la enfermedad del siglo XXI. Padecer de neurosis es muy común y no es señal de desequilibrio o anormalidad. Son los más inteligentes los que están expuestos a padecerla y es en sí un grave peligro para la paz.
-La persona equilibrada acepta las penas, desdichas, calamidades y contrariedades de la vida con calma y serenidad.
-La persona neurótica estalla con arranques de ira a la menor contrariedad.
-La persona equilibrada se siente demasiado ocupada en la vida para dedicar el tiempo a lamentarse.
-La neurótica vive quejándose de sí misma y de los demás. Su vida es una sinfonía de lamentos.
-El equilibrado se siente contento de estar viviendo.
-El neurótico siente un deseo sutil de desaparecer.
-El equilibrado es flexible, sabe comprender a los demás y no convierte en tragedia los pequeños contratiempos de la vida.
-El neurótico agranda los problemas en su imaginación y vive condenando o juzgando a los otros en su entendimiento; viendo mala voluntad en todas partes donde muchas veces lo que hay es debilidad.
-La persona equilibrada sabe manejar sus impulsos. Dijo Salomón: "Para el precipitado todas son pérdidas". Los impulsos son ciegos y conducen a muchas imprudencias.
-El equilibrado sabe que el pasado ya no cambiará y no pierde tiempo. Y respecto al futuro no se afana, vive su presente y deja que el pasado lo perdone la misericordia de Dios.
-El neurótico quema muchas energías recordando con amargura sucesos negativos del pasado. Se hiere fácilmente. Es hipersensible.
-El equilibrado tiene un sano sentido del humor, sabe que lo importante no es que no llueva, sino que el agua no se meta por el cuello; por eso, abre el paraguas de la paciencia y acepta las críticas de los demás como algo constructivo que lo lleva a superarse.
-El equilibrado tiene paciencia y aguanta las dificultades y las cosas difíciles, sabe cómo soportarlas y mejorarlas; su madurez le enseña que el caminar hacia el éxito está lleno de espinas y obstáculos. En forma de holocausto quema ante Dios toda forma de resistencia ante lo inevitable. Quema en el abandono a la voluntad del Creador todo rechazo a lo que no pudo ser evitado. Si tiene fe piensa: ¡Qué sé yo de los designios salvadores! ¿Qué derecho tengo de protestar ante el Señor por lo que ha sucedido?
-El neurótico vive disgustado por cuanto es y sucede contrario a sus planes, no acepta con paz lo que falta en su personalidad o su temperamento.
Pídale ayuda al Señor, con mucha fe, para lograr siempre estar en paz. Con Él todo lo podemos porque, ¡CON ÉL SOMOS INVENCIBLES!
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