Himno
Temblando estaba de frío
Fuente: Liturgia de las horas
Temblando estaba de frío
el mayor fuego del cielo,
y el que hizo el tiempo mismo
sujeto al rigor del tiempo.
Su virgen Madre le mira,
ya llorando, ya riendo,
que como en su espejo en el Niño,
hace los mismos efectos.
No lejos el casto esposo
mirándole está encogido,
y de los ojos atentos
llueve al revés de las nubes,
porque llora sobre el cielo.
Amén.
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