Ante la adversidad
Niño Jesús: Tú eres el Rey de la Paz, ayúdame a aceptar sin amarguras las cosas que no puedo cambiar.
Tú eres la fortaleza del cristiano; dame valor para transformar aquello que en mí debe mejorar.
Tú eres la sabiduría eterna; enséñame en cada instante como debo obrar para agradar más a Dios y hacer mayor bien a las demás personas. Te lo suplico, por los méritos de tu infancia a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
SENOR DAME LA SERENIDAD QUE A VECES PIERDO
ResponderEliminarDAME EL DON DE PERDONAR PARA AQUELLAS
PERSONAS QUE ME OFENDE
SENOR GUIAME Y CUIDAME EN LOS MENESTERES
QUE VOY HACER.
Questa sera m'inginocchio Signore
ResponderEliminarTi racconto la mia giornata,
E nel Tuo silenzio mi pacifico♥