San Juan Bautista de la Salle
Nacido en una familia acomodada de juristas, era el hijo primogénito de Louis de La Salle y de Nicolle de Möet de Brouillet. Su padre le había preparado una carrera jurídica, pero Jean tenía vocación religiosa. Durante su infancia, Juan Bautista de La Salle se complacía en ejercicios serios, la oración y la lectura de buenos libros. No es de extrañarse que a muy temprana edad se sintió impulsado por el deseo de consagrarse a Dios en el estado eclesiástico. Fue su firmeza y determinación lo que motivó a sus padres a darle consentimiento. El 11 de marzo de 1662, a 7 semanas antes de cumplir los 11 años, cursaba sus estudios en el College des bons enfants.
Adrian Nyel, personaje crucial en la vida de Juan Bautista de La Salle, muy celoso de la educación cristiana en los pobres, ha ayudado a abrir escuelas gratuitas para niños y niñas tanto en Reims como en sus alrededores. Desde los 22 años contrajo un contrato que lo ligaba a la oficina de los pobres del hospital general de Rouen. Se ocupa de la enseñanza de los niños y se dedica a catequizarlos.
La señora Maillefer, originaria de Reims y prima de San Juan bautista, patrocinaba en ese tiempo, el proyecto para abrir escuelas para pobres con Nicolás Roland, pero con su muerte se suspende este proyecto. Aún así la señora Maillefer no renuncia a su idea y le deja el proyecto a Adrián Nyel, a quien envía a Reims portando dos cartas una para la Superiora de las Hermanas del Niño de Jesús y otra para su Primo Juan Bautista de la Salle.
A principios de 1679 Juan Bautista de la Salle alquila una casa, en la que funda una escuela gratuita para los pobres y en 1681 comienza a recibir a varios enseñantes pobres, donde les fija un reglamento, en primer lugar el de acostarse, el segundo para la Oración, el tercero para las Santas Misas y para las comidas.
En 1683 renuncia a sus bienes y el 25 de mayo de 1684 funda la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, para a continuación abrir escuelas profesionales, escuelas dominicales y hogares de educación para los jóvenes que vivían en la calle. En 1684 funda en Reims la que la mayoría considera la primera escuela de profesores. En 1688 abre las primeras escuelas en París.
Introdujo dos innovaciones: la lección no era impartida individualmente sino en una clase y se enseñaba a leer en francés, no en latín. Estas novedades revolucionaron la pedagogía en Francia.
Fue un pionero en la fundación de Escuelas de Formación de Maestros Rurales (Escuelas Normales), escuelas especiales para jóvenes con condenas judiciales, escuelas técnicas y escuelas secundarias para lenguas modernas, letras y ciencias.
Juan Bautista de la Salle escribió un buen número de obras escolares y espirituales. Entre las primeras destaca La Guía de las Escuelas Cristianas, uno de los mejores libros de pedagogía del siglo XVII y el que se hizo dominante en las escuelas francesas de varones hasta nuestro siglo. Hay que destacar de él que fue un libro colectivo en el que Juan Bautista de la Salle recogió su propia experiencia pedagógica y la de los primeros Hermanos. También podíamos destacar como manual importante el titulado Reglas de la Cortesía y Urbanidad Cristianas. De lectura obligatoria por los escolares, son consejos para la buena educación francesa adaptados a los hijos de los artesanos y los pobres que acudían a sus escuelas. Escribió también silabarios, salterios y catecismos para uso escolar.
Entre las obras de carácter espiritual es de destacar el libro Meditaciones. En las 16 tituladas: Meditaciones para el tiempo de retiro (apenas 40 folios) traza un completo itinerario espiritual para los maestros cristianos.
Para la formación de los hermanos, crea en Vaugirard en 1692 el primer noviciado y en 1698 termina de redactar las reglas de la Congregación.
Juan Bautista de la Salle muere el 7 de abril de 1719 en Saint-Yon, Ruán.
Formacion de los Hermanos:
Una vez que los planes de Dios aparecen claros, Juan Bautista se preocupará por la formación de los hermanos de la nueva sociedad religiosa. Así, a través de los años, sus esfuerzos consagrados a la formación se plasmarán en numerosas directivas y escritos. Su contacto con los maestros había sido un largo aprendizaje que le permitía constatar el calamitoso estado del profesorado en Francia. Los problemas por los que tuvo que pasar con los profesores, su amigo y director espiritual, el padre Nicolás Boué (1621-1686), fundador del Instituto de los Hermanos de las Escuelas de Caridad del Santo Niño Jesús, gravitaron en su propio recorrido.
Sus preocupaciones irán encaminándose a superar los graves vacíos de formación de los maestros de primera enseñanza. Ante la anarquía y el desorden de metas y programas propondrá una dirección con claros objetivos y pautas comunes. Los problemas de la integración humana iluminarán sus ensayos de respuesta a través de una vida comunitaria centrada en el Señor Jesús.
Fuente: Acip
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