La herida de tus clavos
Autor: Fray Alejandro R. Ferreirós OFMConv
La herida de tus clavos
tu sangre en rojo vino
la llaga de la luz en su costado,
y fueron mis pecados
mi error, mi desatino
los que tienen tu cuerpo ensangrentado.
Tu amor en las espinas
tu amor soporta todo
una entrega total y sin reserva
amor en que te animas
a darte de tal modo
que entregada, tu vida, me preserva.
Perdón, Señor amado
perdón por esa herida
que en tu cuerpo mi látigo de muerte
provoca despiadado
quitándole la vida
a la Iglesia en que el mundo puede verte.
Perdón, Señor bendito
por el gesto omitido.
Perdón por todo el bien desperdiciado,
mi corazón contrito
te pide arrepentido
perdones mi maldad y mi pecado.
Confío en tu clemencia
en tu misericordia
Señor Jesús, mi Dios, mi Bien, mi Vida
y entrego a tu indulgencia
mi presente y mi historia
tu Espíritu me de la paz perdida.
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