Como queda patente en las oraciones del día (laudes y vísperas de hoy y vísperas de ayer), hoy 9 de noviembre no es un día cualquiera. Nos encontramos en la celebración de la dedicación de la basílica de San Juan de Letrán, en Roma. El nombre de Letrán le viene del palacio que tenían los "Laterani" en el monte Celio desde el siglo I a quienes la autoridad confiscó sus bienes por atreverse a conspirar contra Nerón. Parece ser que pasó a ser propiedad de Fausta, la esposa de Constantino; aconsejada, según dicen, por Osio de Córdoba, lo donó a los papas para su residencia habitual, como de hecho lo fue a través de bastantes siglos hasta el periodo de Aviñon. Se sabe que ya en el año 313 hubo en ella un sínodo porque la esposa de Constantino lo cedió al papa Milcíades; que el papa Dámaso fue ordenado en ella y que se dedicó el día 9 de Noviembre del año 324, dándole Silvestre el título de "El Salvador", hasta que en el siglo XIII se le añadieran los de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista. Este augusto templo ha sido la sede de muchos concilios -más de veinticinco- desde el siglo IV al XVI y, de ellos, cinco han sido ecuménicos. Allí se firmó, ya en tiempos más cercanos, el Tratado de Letrán, el 11 de marzo de 1929, con el que Pío XI logró la libertad del papa de todo soberano temporal y con ello el libre ejercicio de su misión evangelizadora, firmándolo con Mussolini.
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