Queridos amigos, que ninguna adversidad os paralice.
No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra.
No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe.
Benedicto XVI
No hay comentarios:
Publicar un comentario